Cada tanto aparecen en la humanidad personalidades
que por su nivel superior de desarrollo logran implantar en la cultura nuevos
impulsos que hacen dar un paso hacia adelante a esta humanidad. Sin estos
personajes sería impensable todo progreso ya que a través de su accionar se
incorporan fuerzas del futuro que pueden llegar a transformar la realidad del
presente. Son el "inicio" de algo nuevo, de ahí también el término "iniciado",
es decir son portadores de un nuevo comienzo. Alguien así fue Rudolf Steiner,
nacido en Austria el 27 de febrero de 1861. En realidad nació en lo que en aquel
entonces constituía el sudeste del Imperio Austro-Húngaro como hijo de un
empleado del ferrocarril, en el entorno de una naturaleza aún intacta. Familia
de vida simple, hasta pobre, de costumbres austeras y un entorno natural lleno
de vida facilitaron a Steiner, en el silencio y paz de ese entorno, el despertar
y madurar de facultades de observación que no sólo abarcaban la realidad física
de los fenómenos con que se encontraba, sino también su realidad anímica y
espiritual metafísica. |
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Comprendió que las
ciencias naturales explicaban científicamente los fenómenos que se perciben con
los sentidos, pero que no había una explicación científica de los fenómenos
suprasensibles que para él eran tan "visibles" como los primeros.
Comprendió que toda realidad presenta un lado espiritual que causa y explica el
aspecto físico o, si bien en general sólo se ve un aspecto, que este aspecto es
solo comprensible si se accede a lo "no visible". Pero: ¿Cómo unir ambos? y
¿Cómo formar una disciplina o metodología científica de lo "no visible" que
fuera compatible con las ciencias naturales?
En la geometría encontró una primera respuesta, ya que a través de la misma se
hacen visibles en formas geométricas realidades que sólo viven en el plano del
pensar o espiritual.
Profundizando un conocimiento de la ciencia natural, se graduó primero en el
secundario técnico y luego en la Escuela Técnica Superior de Viena, adquiriendo
finalmente el doctorado de filosofía en Rostock, cerca de Berlín. Con sus libros
sobre la teoría del conocimiento y la filosofía fundamentó su propia teoría del
conocimiento de toda realidad, especialmente de la realidad suprasensible o
metafísica, y principalmente su postulado fundamental en éste ámbito: la
inexistencia de límites del conocimiento. Con esto superaba las barreras
psicológicas y filosóficas de Kant y sus seguidores.
Una vez fundamentado científicamente el conocimiento espiritual se presenta ante
el mundo como el maestro espiritual de nuestra época.
Partiendo de la realidad espiritual, anímica y física del hombre que es una
"imagen" de la realidad espiritual, anímica y física del universo desarrolla una
ciencia espiritual o Antroposofía que a partir de múltiples ángulos explica
tanto al hombre como al universo desde cada uno de sus componentes, su génesis,
su presente y su futuro.
La "herramienta" o el "equipo" para la investigación espiritual es el hombre
mismo, y Rudolf Steiner señala los caminos de la autoeducación y del desarrollo
que cada ser humano puede recorrer en libertad y con plena responsabilidad
personal, sin depender de persona alguna.
De la obra de Rudolf Steiner parten los impulsos renovadores para todos los
ámbitos de la cultura: la filosofía, la medicina, las ciencias sociales, la
agricultura, la pedagogía, las artes. Dentro de estas últimas creó el arte de la
formación del habla y el arte del movimiento: euritmia. |
En el tercer
período de su vida (1897-1902), Steiner decidió "no quedarse callado,
sino decir tanto como era posible", aun sabiendo que no sería fácil
transmitir sus investigaciones y hallazgos.
Asumió la tarea de editar en Berlín el "Magazin für Literatur", un
periódico cultural de prestigio, a la vez que dictaba conferencias que
incluían cursos de historia, literatura alemana e historia de la
ciencia. Sin embargo, Steiner estaba bien conciente de lo inútil que
resultaba remontarse a las épocas pasadas, debía dirigirse efectivamente
a las necesidades de la humanidad del siglo XX en adelante. Había
surgido un nuevo impulso en el mundo y él tomó sobre sí la
responsabilidad de fomentarlo y desarrollarlo, tanto idealmente como en
forma práctica.
En octubre de 1902 es cuando Steiner templado, maduro, conocedor, dictó
su curso de veinticinco conferencias sobre el El Cristianismo como Hecho
Místico, que apareció como libro el mismo año. Steiner afirma en su
autobiografía que el objetivo de sus conferencias era "exponer la
evolución desde los misterios de antaño hasta el misterio del Gólgota,
para demostrar que en esta evolución, no sólo actuaron fuerzas
históricas terrenales, sino influencias espirituales suprahumanas".
Mostraba el camino largo y arduo, a quienes deseaban adquirir el
conocimiento suprasensible por sí mismos, y surgieron libros relevantes:
Como alcanzar el conocimiento en los mundos superiores, Reencarnación y
Karma, Etapas del conocimiento espiritual, La ciencia oculta y Teosofía.
Durante la primera época de su actividad pública, las conferencias de
Steiner mostraban aplicaciones prácticas futuras de la antroposofía,
especialmente en las áreas del arte, la medicina y la educación. A
partir de allí (1902) comienza a evolucionar la antroposofía como
ciencia del espíritu. Al tender un puente entre el mundo físico y el
espiritual, la antroposofía mostraba un camino hacia el verdadero
entendimiento de la humanidad y su relación con el universo.
Durante el período que va desde 1909 a 1916, el desarrollo de la
antroposofía evolucionó principalmente en las áreas artísticas y
creativas.
En 1911, fallece la primera esposa de Rudolf Steiner y tres años más
tarde se casa con Marie von Sivers, quien había adquirido una profunda
formación en la carrera teatral. En estrecha colaboración con ella
desarrolló un nuevo arte de recitación y declamación: la euritmia, el
arte del movimiento.
La necesidad creciente de un edificio que sirviera de salón de
conferencias, lugar para las producciones teatrales y de euritmia, se
puso en evidencia. Steiner mismo diseñó el primer edificio del
Goetheanum. En la sucesión de sus formas se evidenciaba una ley orgánica
afín con el orden en la vida de la naturaleza, como describe Goethe en
su Teoría de la Metamorfosis y que dio origen a un nuevo estilo
arquitectónico.
Pero aún no estaba concluida la gran obra arquitectónica, cuando se
incendió. Mucho más grande que el primero, el segundo Goetheanum se
comenzó en 1925 según el modelo de Rudolf Steiner y aún hoy se eleva en
Dornach con sus líneas esculpidas, cobijado entre colinas.
El subsiguiente período de siete años (1917-1923), marca una tercera
etapa en el desarrollo de la antroposofía de Steiner. El énfasis estuvo
en el hecho de dar practicidad a los principios científico-espirituales
y al conocimiento en muchas áreas de la vida y esfuerzos humanos.
Steiner se dedicó a ofrecer muchísimas conferencias al público, en las
cuales transmitía sus ideas fundamentales sobre la sociedad tripartita.
Pero las fuerzas opositoras y por otro lado la incomprensión, impidieron
que este impulso histórico tuviese la aceptación deseada. No obstante la
idea de estructuración ternaria en la esfera de la vida espiritual sí se
llevó a la práctica en el campo de la pedagogía con la fundación de la
primera "Escuela Libre Waldorf" en Stuttgart el 7 de septiembre de 1919.
Tres etapas de siete años que corresponden a la infancia, niñez y
adolescencia, proveen a la pedagogía Waldorf, el marco para los períodos
progresivos de la educación.
A comienzos de 1923, Steiner dictó un curso de Pedagogía Curativa e
impulsó la apertura de un hogar dirigido por la Dra. Ita Wegman. La
iniciativa se difundió rápidamente y se fundaron numerosos
establecimientos para niños con retraso madurativo y jóvenes con
necesidad de cuidados especiales.
Ya desde comienzos de siglo, Steiner había revelado su interés por los
asuntos médicos. Dictó cursos donde trató varios aspectos de la
anatomía, fisiología y patología humana y el diagnóstico. Señaló algunos
preparados para productos farmacéuticos que posteriormente y aún hoy se
comercializan. La medicina de orientación antroposófica incluye un
enfoque clínico holístico. Considera al ser anímico-espiritual del
hombre en el diagnóstico de la enfermedad y en la terapia.
En el verano de 1924, dictó el llamado "Curso sobre agricultura
biológico- dinámica". Steiner aportó un genuino enfoque holístico
también a la agricultura y horticultura. Basándose en los resultados de
la investigación espiritual, consideró las condiciones del suelo, la
importancia del adecuado uso del agua, la irradiación solar, la vida de
los animales, el crecimiento de las plantas; todo esto bajo la
influencia de las "fuerzas etéreas formativas".
El pensamiento de Steiner penetró en los más diversos y heterogéneos
campos del interés humano. En todos los aspectos de su obra late esa
sabiduría, esa visión integral, no fragmentada, de lo que es y lo que
debe ser el hombre para adquirir conciencia de su origen
divino-espiritual y hacerse cargo de su misión.
En la Reunión de Navidad del año 1923 celebrada en Dornach, Suiza,
Rudolf Steiner preside la constitución de la Sociedad Antroposófica
General con su centro en dicha localidad, donde hoy se ubica el "Segundo
Goetheanum" que reproducimos en la portada. En esa oportunidad se crea
la Escuela Superior Libre para la Ciencia Espiritual, que constituye
dentro de la Sociedad Antroposófica General su núcleo propiamente
espiritual o esotérico.
Rudolf Steiner murió en Dornach, el 30 de marzo de 1925. |
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